
El panorama político en Ecuador se ve nuevamente marcado por intereses partidistas que obstaculizan la creación de acuerdos sólidos y políticas a largo plazo. Con el cierre del período de inscripción de alianzas, el Consejo Nacional Electoral (CNE) informó que solo una alianza se registró oficialmente: la conformada por la Revolución Ciudadana (RC) y el Movimiento Renovación Total (Reto).
A pesar de que aún no se han revelado los nombres que conformarán el binomio presidencial ni los posibles cambios en la lista nacional, la coalición liderada por la Revolución Ciudadana, vinculada al expresidente Rafael Correa, actualmente prófugo de la justicia, fue la única en concretar una alianza nacional. Esta unión se formalizó con el movimiento Reto, al que pertenece el alcalde de Guayaquil, Aquiles Álvarez.
La Revolución Ciudadana, que había mostrado un fuerte interés en forjar una gran alianza dentro de la izquierda ecuatoriana, tuvo que conformarse con cerrar el acuerdo únicamente con Reto. Sin embargo, el movimiento también logró la firma de un “acuerdo programático”, un compromiso que establece mantener ciertas líneas de gobierno en caso de alcanzar la Presidencia. Este acuerdo fue respaldado por el Partido Socialista Ecuatoriano, Pachakutik, Centro Democrático, Reto y la propia Revolución Ciudadana.
El contexto electoral se presenta como un verdadero desafío para el país, con un futuro político que aún está lleno de incógnitas y un escenario donde las promesas electorales corren el riesgo de quedar en palabras sin sustancia.