
La Red de Alerta Rápida para Alimentos y Piensos (RASFF), encargada de la seguridad alimentaria en la Unión Europea, ha emitido una alerta sanitaria tras detectar problemas en la cadena de frío durante el transporte de atún proveniente de las Islas Seychelles. Esta ruptura en el control de temperatura podría comprometer la seguridad de este pescado, lo que ha generado preocupación entre las autoridades sanitarias en España.
La advertencia afecta tres variedades específicas de atún: el atún de aleta amarilla (Thunnus albacares), el bonito (Katsuwonus pelamis) y el atún patudo o de ojos grandes (Thunnus obesus). Las autoridades recomiendan a los consumidores que hayan adquirido estos productos que se abstengan de consumirlos y los devuelvan a los puntos de venta donde los adquirieron.
Críticas por la falta de información clara
FACUA-Consumidores en Acción, una organización de defensa de los derechos de los consumidores, ha expresado su descontento ante la falta de información precisa en este tipo de alertas. Señalan que la vaguedad en los detalles puede generar una desconfianza innecesaria hacia productos que no están involucrados en la alerta, afectando la percepción general de los alimentos en el mercado.
La responsabilidad de garantizar la seguridad alimentaria recae principalmente en los países productores, quienes deben implementar acciones inmediatas en caso de riesgos, como la retirada de productos del mercado o la emisión de comunicados claros dirigidos a los consumidores.